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La violencia escolar comprende las agresiones físicas (golpes, patadas, castigo corporal, entre otros), la violencia psicológica o emocional (maltrato psicológico, abuso verbal y emocional como humillar, denigrar, amenazar, burlas, apodos, entre otros), la violencia social (exclusión social, rumores malintencionados, entre otros), las agresiones sexuales (acoso, violación, tocamientos no consentidos, entre otros), el bullying o acoso escolar y el cyberbullying o acoso escolar en línea
 
Las diversas formas de violencia escolar se pueden dar entre cualquier persona de la comunidad escolar (entre estudiantes y docentes, cargos directivos, asistentes de la educación, apoderada/apoderados), a excepción del bullying y el ciberbullying, en el que el comportamiento agresivo intencional hacia otra persona es manifestado entre pares. 
 
El bullying se puede definir como maltrato intencional y repetitivo en contexto escolar, entre pares con una clara asimetría de poder o fuerza en su relación, lo que significa que, por diferentes razones la persona víctima tiene mucha dificultad para defenderse.​
 

El bullying consta de tres características fundamentales, a saber:  

  1. Ocurre entre pares que tienen una relación asimétrica de poder o fuerza, es decir, la persona que es víctima tiene mucha dificultad para defenderse.  
  2. El comportamiento negativo de una persona estudiante o grupos de estudiantes (persona que acosa o agrede) hacia otro u otra estudiante o grupo de estudiantes (victima) es intencional.
  3. Esta conducta negativa e intencional es repetitiva y con cierta consistencia.