¿Qué son los cuidados?
Los cuidados son actividades que permiten regenerar el bienestar físico y emocional de las personas en lo cotidiano, al mismo tiempo que sostienen la vida de las personas y las sociedades (MDS, 2024). Por un lado, comprenden el cuidado directo, que incluye tareas que implican la interacción entre personas, por ejemplo: bañar, dar de comer, asistir emocionalmente, etc. Por otro, están los denominados cuidados indirectos, que refieren a precondiciones para el cuidado directo; como por ejemplo: preparar alimentos, lavar ropa, tareas de limpieza, etc. Y, por último, la gestión mental que abarca tareas de organización y coordinación, que implican una carga mental y emocional para las personas que lo realizan (ONU Mujeres, 2023).
¿Cómo se define a una persona cuidadora?
Para fines del reconocimiento en el Módulo de Cuidados del Registro Social de Hogares (RSH), una persona cuidadora se define como aquella que realiza cuidados de otra en situación de dependencia y/o discapacidad de forma no remunerada. Ella puede o no encontrarse en el mismo hogar. Además, las personas cuidadoras pueden ser principales o secundarias, dependiendo de si designan mayor cantidad de tiempo a brindar las actividades de cuidado de la o el receptor (https://registrosocial.gob.cl/cuidados).
Se ha demostrado que el cuidado ejercido por jóvenes tiene impactos en sus trayectorias tanto laborales, como educativas, así como también produce efectos generales en la salud mental y física.
Estos signos son:
- Agobio emocional: La exigencia implícita de las labores de cuidados generan sentimientos de agobio y agotamiento en los/as jóvenes, por el alto nivel de responsabilidad, al tener que hacerse cargo de la vida de otra persona.
- Agotamiento físico: Algunas tareas de cuidado implican mayor apoyo y esfuerzo físico, como la asistencia de aseo personal, el traslado de una persona con discapacidad física, entre otras. Lo que puede llevar a una fatiga y agotamiento físico.
- Estrés: La alta demanda que implican las labores de cuidado, en conjunto con provisión de otros factores que aseguren el bienestar de la persona cuidada, puede generar estrés en la persona cuidadora, más en aquellas que realicen estas tareas solos/as.
- Ansiedad: A raíz de situaciones de sobrecarga, se pueden desencadenar síntomas de ansiedad, que se manifiestan a nivel físico (palpitaciones, temblores, tensión muscular, etc.) o mental (preocupación constante, cansancio, irritabilidad, entre otras).
- Sintomatología depresiva: Las juventudes cuidadoras pueden verse frecuentemente con sentimientos de tristeza, culpa o desesperanza, debido a las consecuencias que traen para ellas/as el trabajo de cuidar, tales como descuidar su propia salud, tener menos disponibilidad de tiempo para actividades recreativas, o para enfocarse en sus estudios o trabajo.
- Aislamiento social: Las labores de cuidado pueden llevar un aislamiento social del cuidador, debido a su escasez de tiempo y prioridades propias de sus tareas, las que no son comúnmente compartidas por personas de su rango etario, lo que lleva a un retraimiento de instancias sociales.
Si eres una persona joven que ejerce tareas de cuidado, implementar estos consejos puede contribuir de manera significativa a mejorar tu calidad de vida y bienestar.
- Buscar y utilizar recursos disponibles: Investiga y aprovecha los bienes y servicios disponibles en tu comunidad que puedan aliviar parte de la carga del cuidado.
- Mantener y fortalecer redes de apoyo: Intenta mantener conexiones con amigos, familiares y grupos de apoyo para evitar el aislamiento social.
- Cuidar la salud mental: Considera la posibilidad de acceder a servicios de salud mental, como terapia o grupos de apoyo, para manejar el estrés y la sobrecarga emocional, o ingresar al chat de atención psicosocial Hablemos de Todo.
- Establecer límites y pedir ayuda: No dudes en pedir ayuda y establecer límites claros para evitar la sobrecarga física y emocional.
- Mantener una buena salud física: Asegúrate de comer bien, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente.
- Buscar Apoyo Financiero y Legal: Infórmate sobre las ayudas económicas y legales disponibles para cuidadores.
¿Dónde acudir?
El Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados Chile Cuida, ofrece programas y servicios tanto a aquellas personas que ejercen labores de cuidados, como a personas en situación de dependencia. Para acceder a estos beneficios, en primer lugar debes estar inscrito/a como una persona cuidadora en el Registro Social de Hogares (RSH), los pasos del trámite son:
- Completar el formulario con la documentación solicitada en el sitio web www.registrosocial.gob.cl o también puedes hacerlo de forma presencial en tu Municipio.
- Una vez validada la información, serás identificado/a como cuidador/a en la actualización del RSH y tendrás acceso a descargar en forma digital tu certificado en el Registro Social de Hogares.
- Una vez disponible el certificado digital, puedes solicitar tu credencial física. El botón de solicitud de credencial física estará junto al botón de descarga de cartola RSH y de credencial digital de persona cuidadora. En un plazo de 60 días máximo, recibirás tu credencial física en el domicilio registrado.
Para acreditarte como una persona cuidadora debes cumplir con:
- Tener 18 años o más.
- La persona a tu cuidado debe presentar alguno de estos documentos o estar registrada en:
- Registro Nacional de Discapacidad.
- Programa de Integración Escolar (PIE) permanente.
- Acreditar dependencia moderada, severa y/o profunda en el Módulo de Salud del Registro Social de Hogares.
- Tener matrícula en un establecimiento de educación especial.
Los programas de cuidados y alivio para personas cuidadoras son:
Programa dirigido a personas en el tramo del 60% más vulnerable del RSH. Tiene el objetivo de mejorar la calidad de vida de personas con dependencia moderada o severa y disminuir la sobrecarga a personas cuidadoras. Actualmente, está disponible en 90 comunas del país. Los beneficios del programa son:
- Servicio de Atención Domiciliaria: Consiste en asistencia a domicilio para brindar apoyo en el cuidado de personas con dependencia.
- Servicios especializados: Permite a las familias contar con bienes o servicios que faciliten el cuidado, por ejemplo: atención psicológica y adaptación de su vivienda.
Dirigido a mujeres entre 18 y 65 años, responsable de niños o niñas entre 6 y 13 años, económicamente activas (que estén trabajando, buscando trabajo, en algún proceso de capacitación, nivelando estudios o estudiando para una pronta inserción en el mercado laboral) de los quintiles de ingreso autónomo I, II o III.
El programa cuenta con dos componentes:
- Apoyos transversales para la autonomía económica de las mujeres: Son instancias para facilitar la participación de las mujeres en el mercado laboral. Esto incluye talleres, derivaciones y charlas informativas. Estos se realizan de acuerdo a la necesidad y disponibilidad de las mujeres.
- Cuidado Infantil Integral: Contempla tres instancias de desarrollo para las niñas y niños: 1. Taller de Organización Escolar, que consiste en apoyo a la organización de tareas y trabajo escolar; 2. Talleres Recreativos, por medio de actividades artísticas, deportivas, científicas, tecnológicas, entre otras y, por último; 3. Talleres de Promoción del Desarrollo Infantil, incorporando, a través del juego, espacios de prevención de violencia de género.
Beneficio no postulable que reciben los cuidadores o cuidadoras no remunerados de personas con dependencia severa inscritas en el Programa de Atención Domiciliaria a Personas con Dependencia Severa. La postulación de personas cuidadoras al programa de pago es realizada por el equipo médico de los Centros de Atención Primaria y este consiste en un pago máximo mensual de $32.991.
Para más información y ver dónde se ubican estos programas y servicios, puedes visitar
https://chilecuida.cl/.
Además de estos beneficios, con tu certificado tienes atención preferencial en:
- FONASA
- Registro Civil
- ChileAtiende
- Banco Estado
- Oficinas SENADIS
- Oficinas SERVIU
- Oficinas SENAMA
- Oficinas RSH de tu municipio
- Correos de Chile