Las drogas son sustancias psicoactivas, lícitas e ilícitas. Para comprender de mejor manera el consumo de drogas, se entregan definiciones al respecto de algunos términos que se suelen utilizar en el consumo de drogas:
Uso (de drogas o sustancias): Es el consumo de una sustancia (alcohol, tabaco, medicamentos con y sin receta médica, entre otras) de manera ocasional y habitual, sin desarrollar mayor dependencia de la(s) droga(s).
Abuso de sustancias: Corresponde al uso continuado de una sustancia e inadecuado por la cantidad, frecuencia y finalidad con la que se consume. Conlleva a un deterioro o malestar clínicamente significativo en la persona, quien no detiene su consumo a pesar de los problemas sociales, laborales, legales, psicológicos o físicos que pueden ser provocados o estimulados por el consumo.
Dependencia (síndrome de dependencia): Es el conjunto de manifestaciones fisiológicas, de comportamiento y cognitivas que desarrolla una persona por la necesidad inevitable de consumir una sustancia(s). Ello se puede reflejar como el deseo intenso por consumir, no controlar el consumo, presentar síntomas de síndrome de abstinencia si se reduce o deja de consumir, desarrollar tolerancia, abandonar otras actividades de placer u ocio y un consumo persistente a pesar de las consecuencias negativas evidentes y reconocibles.
Adicción: Se refiere a la drogadicción o drogodependencia, que es el consumo repetido de sustancia(s) hasta el punto en que la persona se intoxica de manera recurrente, tiene un deseo incontrolable por consumir y dificultad para dejar o disminuir el consumo. Además, la persona desarrolla tolerancia y síndrome de abstinencia al interrumpir el consumo. En la actualidad este concepto se ha reemplazado por consumo problemático de drogas.
Consumo problemático de drogas: Es el consumo que produce consecuencias negativas directas o indirectas para la persona que consume y/o para terceras personas, en las distintas áreas de la vida. Por ejemplo, en las relaciones sociales, trabajo, escuela, seguridad personal y la sociedad en general.
Trastornos por uso de sustancias: El uso de sustancias puede llevar a desarrollar un patrón patológico de comportamiento, en el que la persona continúa haciendo uso de una sustancia a pesar los problemas significativos y evidentes que trae consigo. Ello puede manifestarse fisiológicamente, incluyendo cambios en los circuitos del encéfalo.
Síndrome de abstinencia: Son las manifestaciones en el comportamiento, fisiológicas y cognitivas que desarrolla una persona debido a dejar o reducir el uso persistente de grandes cantidades de sustancias. Ello se puede manifestar como malestar clínicamente significativo y como deterioro en las actividades laborales, sociales y otras áreas de la vida de la persona. Con frecuencia se asocia a la dependencia de sustancia y la mayoría de las personas presentan deseo inevitable de volver a consumir la(s) sustancia(s) para reducir los síntomas.
Tolerancia: Es la disminución de respuesta a una dosis determinada de una droga o medicamento que se produce con el uso continuado. La persona que desarrolla una dependencia o que al consumir la misma cantidad de sustancia no obtiene los efectos esperados, aumenta las dosis de su consumo para conseguir los efectos que obtenía antes con una dosis de menor cantidad.
Tipos de drogas
Las drogas más consumidas en Chile son: Alcohol, Tabaco, Marihuana, Cocaína, Pasta Base y Tranquilizantes sin receta médica.
Alcohol
El alcohol se refiere a bebidas alcohólicas. Es una sustancia psicoactiva, cuyo consumo es socialmente aceptado a pesar de que pueda causar dependencia física o psicológica. Al ser ingerido causa efecto dentro de 10 minutos y mientras mayor sea la cantidad de alcohol presente en la sangre más intensos pueden ser sus efectos. Su consumo, en personas mayores de 18 años, se ha catalogado en torno a 3 tipos:
El consumo de bajo riesgo: tiene menor riesgo respecto de consecuencias negativas o daños que pueda causar. Este tipo de consumo significa beber solo 1 trago estándar en un mismo día.
Consumo intenso o consumo de riesgo: Esta manera de beber aumenta la probabilidad de tener problemas relacionados con el alcohol o la salud sin ser un trastorno, es decir, sin tener una dependencia o problemas relacionados con el alcohol. En este caso se consideran las situaciones y grupos de riesgo que beben, por ejemplo, niños y niñas, mujeres embarazadas o personas que conducen.
Consumo perjudicial y dependencia: forma de consumo que afecta la salud física y mental, teniendo consecuencias sociales adversas. “Dependencia”, requiere de un diagnóstico que se realiza en caso de que en los últimos 12 meses una persona haya presentado 2 o más rasgos relacionados con la dependencia, como fuerte deseo o necesidad de consumir alcohol, dificultad para controlar su consumo, síntomas de abstinencia, tolerancia al alcohol (necesitar más cantidad para que surja efecto), renunciar a actividades sociales, laborales o recreativas importantes a causa del alcohol, incapacidad repetitiva de cumplir con las obligaciones en el trabajo, hogar o escuela a causa del alcohol, uso de alcohol en situaciones físicamente peligrosas y persistencia en el consumo a pesar de tener un trastorno físico o mental causado o empeorado por ello o problemas sociales o interpersonales recurrentes a causa del consumo de alcohol.
Tabaco
El tabaco es consumido por los efectos que produce su principal ingrediente psicoactivo: la nicotina, una sustancia altamente adictiva cuando se inhala en el pulmón. La nicotina se consume mediante la inhalación en forma de humo de tabaco (fumar), tabaco sin humo (chupar, masticar o esnifar) y por la exposición pasiva al humo del tabaco.
Dado que la nicotina puede producir tolerancia y dependencia, es posible que las personas que fuman sufran de trastorno por consumo de tabaco o tabaquismo, es decir, generen dependencia a la nicotina y padezcan síntomas de abstinencia. El diagnóstico para este trastorno se debe realizar solo en caso de que en los últimos 12 meses una persona haya presentado 2 o más rasgos relacionados con la dependencia. Estos son: Dificultad para controlar su consumo; fuerte deseo o necesidad de consumir tabaco; dedicación y esfuerzo en actividades para conseguir tabaco o consumirlo y síntomas de abstinencia o consumo de tabaco debido a la abstinencia.
Marihuana
La marihuana son las flores y hojas secas de la planta Cannabis sativa o Cannabis indica. Es una droga ilegal de uso común, la cual contiene delta-9-tetrahidrocanabidol (THC), una sustancia química psicoactiva que activa los receptores de cannabinodies produciendo alteraciones mentales que causan sensación se euforia o “high”. Esta generalmente se fuma (inhala) en cigarrillos hechos a mano, en pipas, pipas de agua (bongs) o vaporizadores, pero también es posible comerla a través de alimentos, por ejemplo, queques o galletas, y beberla a través de infusiones.
Cocaína
La cocaína es el principal alcaloide que procede de hojas secas de la planta de coca (Erithroxylon Coca), que se cultiva en América del Sur (Colombia, Perú y Bolivia). Es una droga estimulante del Sistema Nervioso Central que se emplea con fines no médicos para producir euforia o insomnio. Se trata de un polvo blanco, fino y cristalino. Su forma de consumo más habitual es inhalar o esnifar la cocaína a través de la nariz, también se puede frotar la sustancia en las encías o introducir directamente a la corriente sanguínea con una inyección.
Los efectos de la cocaína dependen de la vía por la cual se consuma. Al inhalar o inyectar vía intravenosa la droga los efectos se producen entre 3 y 5 minutos y duran aproximadamente 20 a 30 minutos, mientras que al consumir vía oral el efecto comienza cerca de los 10 minutos y su efecto máximo dura entre 60 y 90 minutos. Dado que la cocaína es una droga de acción corta, las personas consumidoras pueden se pueden inyectar o fumar cada 10-15 minutos, aumentando progresivamente la dosis.
La cocaína produce abuso, tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia, en el que la euforia es reemplazada por aprehensión, depresión profunda, somnolencia, apatía, dificultad para concentrarse y aumento del apetito.
Pasta base
La pasta base es una droga estimulante derivada de la cocaína, de bajo nivel de pureza, que se obtiene a partir de diversos procesos de elaboración química en los que las hojas de coca se mezclan con sustancias tóxicas como ácido sulfúrico, kerosene, plomo, alcaloides, amoníaco, entre otras, dando origen a una pasta fumable de un color que varía entre un color amarillento o amarronado.
La manera de consumir pasta base es fumándola sola o mezclada con marihuana (marciano), tabaco (mono) o ceniza. Al fumarla los efectos se producen entre 8 y 30 segundos posteriores y duran entre 5 y 15 minutos, por lo que puede ser altamente adictiva.
Esta droga genera en las personas que la consumen dependencia y síndrome de abstinencia, caracterizado por altos niveles de ansiedad y dolores abdominales.
Tranquilizantes sin receta médica
Los tranquilizantes son un tipo de psicofármaco, es decir, son sustancias químicas que actúan en el sistema nervioso central, produciendo cambios temporales que provocan un descenso en el nivel de actividad de la persona. Algunos de estos fármacos son benzodiacepinas, baritúricos, zolpidem y eszopiclone.
Estos medicamentos son recetados para tratamientos de trastornos de salud mental de manera monitoreada y por periodos determinados de tiempo, ya que presentan una alta capacidad de generar tolerancia, dependencia y síntomas de abstinencia. Por ello, su consumo indebido como la automedicación, aumenta los riesgos de sufrir consecuencias negativas a nivel fisiológico, cognitivo y conductual.
Síntomas y Signos del Consumo
Alcohol
Los efectos del consumo de alcohol dependen de la dosis de ingesta. Los efectos inmediatos son:
Desinhibición: ganas de hablar, mayor actividad, risas.
Excitación.
Merma la visión, el audio y la coordinación.
Disminución de la vigilancia.
Irritabilidad.
Alteración de la frecuencia cardiaca.
Irritación el sistema gastrointestinal.
Estimulación de secreción de jugos gástricos y de producción de orina.
Los centros nerviosos superiores del cerebro se deprimen, afectando primero el habla, el pensamiento, el entendimiento y el juicio.
Alteración de la respiración y los reflejos espinales.
Puede incrementar la susceptibilidad e impulsividad emocional, haciendo que ciertos bebedores sean más propensos a recurrir a la violencia en una confrontación y generar traumatismos intencionales o no intencionales (debido a accidentes de tránsito, violencia, suicidios y homicidios).
Al llegar a la intoxicación alcohólica, se puede provocar un estado de coma y la muerte por depresión respiratoria.
A largo plazo, el consumo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos.
Tabaco
Los efectos inmediatos del tabaco son efectos estimulantes y relajantes. Estimula algunos aspectos cognitivos, como la capacidad para mantener la atención y memorizar la información, así como también reduce la ansiedad, el estrés y el apetito. Los efectos tras el consumo habitual pueden ser graves para las personas, ya que:
Aumenta la morbilidad a causa de enfermedades cardiovasculares (enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos).
Aumenta la morbilidad a causa de diversos tipos de cáncer, como cáncer de pulmón, cáncer de cabeza, cáncer bucal, cáncer de laringe, cáncer de faringe y cáncer de esófago.
Puede provocar infecciones respiratorias como bronquitis y neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema pulmonar y exacerbar los síntomas de asma.
Puede provocar gastritis y úlceras de estómago/duodeno.
Altera la visión periférica y nocturna, y aumenta el riesgo de cataratas y pérdida de la vista por degeneración macular.
Aumenta la resistencia a la insulina, favoreciendo la diabetes.
Puede causar infertilidad en mujeres e impotencia sexual en hombres.
Mayor riesgo de desarrollar enfermedades de los dientes y las encías.
Puede generar disminución cognitiva y riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer.
Incluso el consumo prolongado de tabaco puede generar la muerte prematura.
Marihuana
Los efectos de la marihuana aparecen pocos minutos después de fumar y pueden variar según la dosis, el tipo de cannabis, el estado anímico y el estado físico de la persona que la consuma. Lo primero que sucede es la aceleración de la frecuencia cardíaca, los bronquios se relajan y agrandan, y los vasos sanguíneos en los ojos se expanden dando un aspecto rojizo. Además de ello, el consumo de marihuana a corto plazo puede provocar:
Excitación inicial o euforia.
Sensaciones placenteras de calma y bienestar.
Desinhibición, ganas de hablar y reír.
Estado de ensoñación de la conciencia en el que las ideas parecen desconectadas, imprevisibles y libres.
Aumento del apetito.
Taquicardia, sequedad de boca y garganta.
Alteración de los sentidos, tiempo, distancia, velocidad, colores y sonidos.
Aumento del ritmo cardiaco.
Puede producir ansiedad, reacciones de pánico y paranoia, sobre todo en los usuarios nuevos.
Dificultades cognitivas, de concentración, de memoria, de coordinación fina y en la resolución de problemas.
Puede exacerbar o precipitar los síntomas psicóticos en los esquizofrénicos, incluso en los tratados con antipsicóticos.
Fase de introversión, relajación y somnolencia.
Alucinaciones (cuando se consume en grandes dosis).
Delirio (cuando se consume en grandes dosis)
Respecto a la sobredosis de marihuana, no se ha comprobado que pueda llegar a ser mortal. Sin embargo, su consumo habitual o a largo plazo puede provocar una serie de problemas en la salud de las personas tales como:
Potencia síntomas de alteración del pensamiento, los sentidos y las emociones.
Problemas respiratorios, enfermedades como sinusitis y bronquitis, silbancias, tos crónica y mayor producción de flema.
Menor capacidad de difusión pulmonar y flujo expiratorio forzado, es decir, botan el aire de los pulmones con dificultad.
Apatía sexual.
Infertilidad.
Disminución de la iniciativa personal, es decir, la persona pierde interés sobre cualquier tema y actividad y es incapaz de interactuar con su entorno de forma normal.
Disminución de la capacidad de concentración, la memoria (a corto y de trabajo) y toma de decisiones.
Problemas en el área laboral e incapacidad para enfrentar nuevos problemas.
Posible vínculo entre el consumo crónico intenso de marihuana y el aumento del riesgo de trastornos psiquiátricos como esquizofrenia, depresión, ansiedad y abuso de otras sustancias.
La marihuana, como cualquier droga que causa euforia y disminuye la ansiedad, puede causar trastorno por consumo de sustancias, produciendo síntomas de abstinencia leve. Los síntomas de abstinencia, como deseo intenso de consumir, insomnio, irritabilidad, depresión, náuseas y disminución del apetito, ocurren 12 horas después del último consumo y alcanzan su máximo a los 2 a 3 días, durando hasta 7 días.
Cocaína
Los efectos del consumo de cocaína, su intensidad y duración varían de acuerdo al método de consumo. La cocaína es un estimulante, por lo que genera una sensación de alerta y euforia que puede ser agradable y peligrosa. Los síntomas o efectos a corto plazo son:
Contracción de los vasos sanguíneos.
Dilatación de las pupilas.
Aumento de la temperatura corporal y sudoración.
Aceleración o irregularidad de la frecuencia cardiaca e incremento de la presión arterial.
Temblores y espasmos musculares.
Hipersensibilidad a la luz, el sonido y el tacto.
Náuseas, vómitos, diarrea y menor apetito.
Incremento de energía.
Ausencia de fatiga, sueño y hambre.
Desinhibición y verborrea.
Inquietud o desasosiego.
Sentir que los pensamientos son extremadamente claros
Mayor autoconfianza, autoestima, egocentrismo y megalomanía.
Aumento de la sociabilidad.
Puede incrementar el deseo sexual y demorar la eyaculación, aunque es posible que dificulte la erección.
Irritabilidad y ansiedad.
Paranoia (desconfianza extrema e injustificada de los demás).
Comportamiento violento, erráticos e impredecibles (cuando se consume en grandes dosis).
Los efectos por consumo de cocaína a largo plazo o por reacciones tóxicas –que pueden ocurrir en consumidores crónicos o personas que experimentan con la cocaína por primera vez- son: Problemas de tipo cardiovascular: hipertensión, arritmias cardiacas, ataques al corazón, ruptura de la aorta.
Problemas pulmonares: hemorragia en los alvéolos pulmonares, neumotórax, exacerbación de cuadros asmáticos, trombosis pulmonar y reacción de hipersensibilidad pulmonar.
Problemas en el embarazo: abortos espontáneos, muerte fetal, prematuridad e infartos placentarios.
Complicaciones renales: insuficiencia renal.
Complicaciones otorrinolaringológicas: debido al consumo esnifado produce rinitis crónica hasta producir erosiones o perforaciones del tabique nasal.
Problemas psiquiátricos: Depresión, paranoias, conductas violentas y psicosis.
Infecciones por la vía de consumo (compartir agujas): hepatitis B, VIH/SIDA.
Conductas agresivas y violentas.
Anorexia, bulimia, pérdida excesiva de peso, malnutrición y deshidratación.
Temblores y episodios de convulsiones.
Dolores de cabeza.
Dolor torácico.
Cansancio intenso y apatía.
Dificultad para dormir.
Disfunciones sexuales: impotencia, frigidez, pérdida de interés por el sexo. En hombres dificultad para mantener la erección, dificultad para eyacular. En mujeres, alteraciones del ciclo menstrual, amenorrea, infertilidad y dificultad para alcanzar el orgasmo.
El consumo de cocaína puede ocasionar la muerte, ya sea en personas que experimenten con ella o que la usen habitualmente. Estas muertes ocurren debido a paros cardiacos, convulsiones seguidas por un parto respiratorio, accidentes cerebrovasculares e infartos al corazón.
Pasta Base
Los efectos de fumar pasta base dependen del tipo de preparación, la dosis, su frecuencia de consumo, las impurezas y adulteraciones que la compongan, la motivación por la cual es consumida, entre otras. Los efectos inmediatos que puede provocar la pasta base son:
Aumento de la presión arterial, frecuencia cardíaca, temperatura corporal y frecuencia respiratoria.
Palidez y dilatación de las pupilas
Euforia y luego estado de disforia (sensación de angustia, depresión, malestar físico y emocional.
Hiperactividad, hipervigilancia y verborrea.
Disminución de las inhibiciones y mayor autoconfianza.
Disminución del apetito, el sueño y la fatiga.
Sensibilidad a los estímulos.
Cambios en los niveles de atención.
Aceleración de los procesos del pensamiento.
Dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos.
Sequedad de la boca.
Picazón y temblor.
Falta de coordinación y confusión.
Fatiga y sueño,
Indiferencia sexual.
Los efectos o daños que puede producir su consumo habitual son:
Quemaduras graves de labios, cara y manos.
Pigmentación amarillo ocre de dedos y encías.
Desatención cada vez más intensa en los hábitos de la alimentación y de la higiene personal.
Deterioro daño neurológico progresivo, déficit de memoria, disminución de la atención infartos y/o hemorragias cerebrales.
Disminución de peso, problemas de absorción intestinal de nutrientes y diarreas.
Problemas respiratorios: asma, sinusitis, bronquitis e infecciones.
Desinterés laboral y dificultades en las relaciones interpersonales.
Problemas de tipo cardiovascular: hipertensión arterial, accidente vascular isquémico o hemorrágico.
Problemas dermatológicos.
Problemas en el embarazo: bajo peso, problemas de inmunodeficiencia, malformaciones, daño cerebral e incluso abortos involuntarios.
Problemas psiquiátricos: alucinaciones, psicosis paranoide, o síntomas conductuales como irritabilidad e impulsividad.
Se debe enfatizar que la pasta base se distingue del consumo de otras sustancias con características similares, por producir el efecto en sus consumidores de romper con los códigos sociales y experimentar cambios de conducta, impulsividad y agresividad.
Tranquilizantes sin receta médica
El consumo de tranquilizantes sin receta médica causa efectos inmediatos y de largo plazo. Los efectos inmediatos que se pueden experimentar son:
Somnolencia.
Irritabilidad.
Crisis de pánico.
Depresión.
Alteración de la memoria.
Mala coordinación.
Confusión.
Falta de concentración.
Dolor de cabeza.
Mareos.
Sequedad en la boca.
Respiración lenta y superficial (cuando se consume en grandes dosis).
Estupor (cuando se consume en grandes dosis).
Muerte (cuando se consume en grandes dosis).
Estos efectos se potencian si se ingieren en conjunto a otras drogas como el alcohol, la cocaína y la marihuana.
Los efectos derivados del consumo a largo plazo de tranquilizantes sin receta médica pueden ser:
Movimientos oculares involuntarios (nistagmo).
Problemas cardíacos y arteriales.
Daños neurológicos: pérdida de la memoria, dificultades para pensar y para comprender, hablar despacio, momentos de pérdida de atención, entre otros.
Trastornos de la personalidad y del estado de ánimo.
Dependencia.
Psicosis.
Aumento del riesgo de suicidio.
¿Cómo prevenir un consumo problemático?
El mejor tip o consejo para prevenir el consumo problemático de drogas es la abstención, especialmente en los grupos de riesgo como son niñas, niños y adolescentes, ya que se encuentran en una etapa de desarrollo en la que además se incrementa la probabilidad de abusar y generar dependencia. La abstención también se recomienda para las mujeres embarazadas, ya que la ingesta de drogas afecta el desarrollo fetal y posterior del niño o niña.
No deben consumir drogas las personas que son o han sido dependientes de cualquier otra sustancia, las personas con problemas de salud como enfermedades cardíacas, respiratorias, con trastornos psiquiátricos, las personas que se encuentren consumiendo ciertos medicamentos, como sedantes, píldoras para dormir y analgésicos y las personas con una fuerte historia familiar de consumo problemático.
Las personas que conducen automóviles, motos, etc., que operan maquinaria o equipamiento peligroso también deben abstenerse del consumo de drogas, ya que estas puedes alterar la percepción visual, la capacidad de atención, afectar la coordinación, la capacidad de reacción, constituyendo un riesgo de causar accidentes viales, incluso pudiendo provocar la muerte.
Tampoco se debe consumir drogas en las siguientes situaciones:
Buscando solucionar problemas de la vida, soportar emociones negativas o dolorosas.
Para aliviar el estrés o dormir.
Cuando se está en competencias deportivas, actividades físicas o cuando se es responsable por la seguridad de otras personas.
Durante el periodo de recuperación de un accidente, enfermedad o intervención quirúrgica.
En momentos de dificultades personales el consumo de drogas no ayuda, todo lo contrario, puede intensificar las problemáticas. En vez de acudir al consumo de drogas se recomienda:
Buscar ayuda y generar redes de confianza.
Buscar herramientas que permitan aprender a solucionar problemas de manera adecuada, sin recurrir al consumo para olvidarlos o resolverlos.
Discutir abiertamente los peligros del consumo en un ambiente de confianza, sin mitos ni tabúes.
Conversar con la familia y amistades al respecto de los efectos dañinos y el abuso de drogas.
Mantener espacios de relaciones y actividades de recreación saludables.
Evitar espacios donde no respetan la decisión de quien no quiere consumir.
Es importante respetar la decisión de quien no quiere consumir, hay que decidir autónomamente y no ceder ante presiones sociales. En caso de que existan presiones, se sugiere alejarse de dicho grupo de amistades y los lugares de diversión a los que se recurren.
Si algún familiar o amistad es adicto a alguna droga, necesita ayuda para dejarla o experimenta síntomas de abstinencia que le afligen, envíale información sobre lo que produce la droga, fomentando que lo converse con personas de confianza que puedan prestarle apoyo y que acuda al establecimiento de salud más cercano y/o a una o un profesional psiquiatra o psicóloga o psicólogo especializado en adicciones.
Es importante tomar consciencia que, en cuanto a las drogas ilícitas, al ser ilegales no se puede conocer con seguridad su grado de pureza o los efectos que pueda causar.